Cocina Italiana

Nunca he considerado la cocina italiana como artística, básicamente porque la imagen añorada del pequeño restaurante italiano regentado por Giuseppe, ataviado con el mandil rojo a cuadros, la mamma recogiendo orégano fresco para disfrutarlo en unos penne a la rabiatta o el primo Antonioni tocando el violín ante la luz de las velas es solo una mera ilusión en Sevilla. Simplemente, esto no existe aquí, si alguien quiere disfrutarlo, que se pongo el DVD del Padrino y disfrute de esta idea para nosotros desconocida. La Cocina Italiana se ha vista mancillada por San Marcos, Gino´s y demás franquicias, por lo que si uno quiere disfrutar de este tipo de cocina solo le queda una solución....La Thermomix.

"El secreto está en la masa", viejo eslogan de Telepizza que nunca he llegado a comprender hasta que cociné mi propia masa. La textura de esta masa se asemeja a los Grossini, con un exterior crujiente, pero con un interior esponjoso.Aquí os dejo la receta para preparar este básico pero delicioso plato como es la pizza, ahora encumbrada en lo más alto del Olimpo Thermomixero.

INGREDIENTES:

Para la Masa:
200 g de agua
50 g de aceite
1 cucharadita de sal
20 g de levadura prensada
400 g de harina aprox.
Para la cobertura:
100 g de cada queso (al gusto).

PREPARACIÓN: Masa: Pese la harina y reserve. Ponga en el vaso los líquidos y la sal y programe 1 minuto a 40º C en velocidad 2 (si utilizara la levadura de panadería seca, programe solamente 30 segundos, añada después la levadura y mezcle 15 segundos en velocidad 3). Añada la harina y la levadura prensada y amase 1 minuto en velocidad Espiga. Retire la masa del vaso con las manos mojadas en aceite. Deje reposar la masa media hora antes de estirarla. (Si no dispone de tiempo, estírela directamente). Estire la masa dejándola muy finita (en el horno aumenta su volumen), sobre la bandeja del horno bien engrasada con aceite.

El próximo día que os paséis a cenar por La Galáctica tendréis la posibilidad de degustar estas dos auténticas delicias que hasta aquellos acérrimos detractores de las aceitunas negras pasaran inadvertido su sabor ante la grandiosidad de esta obra magna.